AD. Architectural Digest. ¿Merece la pena una CASA PREFABRICADA?
Estás pensando en comprarte una vivienda y has oído hablar de las casas prefabricadas, pero no tienes claro si merecen la pena. ¿Son más inestables que las “de verdad”? ¿Se pueden colocar en cualquier sitio?
La subida del precio del alquiler, e incluso la vuelta al campo hacen que volvamos la vista, una vez más, hacia la compra de una vivienda y ahora que hasta Amazon envía casas listas para montar, es el momento de preguntarnos: ¿merece la pena construirse una prefabricada?
Para descubrirlo, hablamos con Elena Pereira, de la empresa de casas de hormigón prefabricadas Modular Home, y con Mercedes Navarro, de la compañía de casas prefabricadas industrializadas inHAUS.
¿QUÉ ES UNA CASA PREFABRICADA?
“Las casas prefabricadas son viviendas cuyo sistema constructivo, o parte de él, se produce en fábrica antes de que comience la obra en el lugar de la instalación”, explica Pereira. De esta manera, se reducen plazos de construcción y costes, asi como el impacto ambiental -suelen ser fabricadas con materiales y procesos más sostenibles y reducen el ruido de la obra en sí-. Asimismo, son fácilmente ampliables.
Hay muchos tipos de casas prefabricadas. Modular Home, por ejemplo, las crea en su fábrica a base de módulos de medidas fijas que se adaptan al cliente para una mayor personalización de la vivienda, y, una vez fabricadas, se ensamblan en el terreno. Por su parte, inHAUS también las construye en sus instalaciones, para posteriormente desplazarlas 100% acabadas a la parcela del propietario.
“Empleamos transportes especiales que nos permiten mover superficies de hasta 90 metros cuadrados totalmente acabados. Cuando decimos que nuestras casas se transportan acabadas, significa que viajan y son implantadas con la encimera de la isla de la cocina colocada, con las instalaciones de iluminación, el sistema de aerotermia y la mampara de suelo a techo de la ducha en su sitio; hasta con los espejos”, relata. “Las implantaciones de las viviendas duran unas tres horas, dependiendo del tamaño de la vivienda, y, finalmente, conectamos las acometidas y las piezas de acabado entre módulos entregando la casa en unos diez días desde la implantación. Como resultado, el proceso de fabricación de la vivienda se establece en cinco meses por contrato”, afirma.
El plazo de entrega máxima de Modular Home es del mismo tiempo, y ambas empresas informan cierran el precio desde el principio, de modo que no caben las sorpresas. Sin embargo, mientras que en esta última compañía hay que adaptarse a unos modelos estandar –que se pueden personalizar–, en el caso de inHAUS, el propietario tiene total libertad para construir la vivienda, “con el único condicionante de que debe ser transportado”.
De este modo, “se repite el proceso, no el diseño de la casa”, según nos aclara Navarro, y se pueden decidir qué espacios se necesitan, dónde irán las ventanas, la implementación de dobles alturas, de voladizos… “Y, por supuesto, siempre con la puerta abierta a la posibilidad de diseñar una vivienda desde cero para clientes con sueños especiales”, explica la experta.
Una última aclaración: una casa prefabricada no es una casa móvil. Estas últimas, a pesar de crearse también en una fábrica, tienen la capacidad de ser transportables en todo momento, por lo que cuentan con un chasis fijo, un timón de arrastre y ruedas. Por ello, no necesitan obras para su instalación, siendo considerados bienes muebles. Las casas prefabricadas, no obstante, son bienes inmuebles, con cimientos, y necesitan los mismos permisos y licencias necesarios para una vivienda convencional.
¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE UNA CASA PREFABRICADA Y UNA CASA ORDINARIA?
“La diferencia más importante para Modular Home es el control de las partidas que componen la obra, teniendo al cliente informado de que su casa tendrá unos acabados bien definidos , un precio cerrado y una fecha de entrega”, explica Pereira. “En nuestro caso, por ejemplo, es muy notable también la diferencia en el aislamiento de la vivienda, a la que dotamos de clasificación energética A”.
También desde inHAUS le dan especial relevancia a la sostenibilidad de la casa, y además, consideran que la posibilidad de fallos en su realización se disminuye considerablemente al industrializar los procesos, hasta el punto de que aseguran diez años de garantía.
Asimismo, según Navarro, también el precio -así como los plazos de entrega- es menor en una casa prefabricada que en una tradicional. “La búsqueda del arquitecto, del arquitecto técnico, del topógrafo, de la constructora, etcétera, son demasiados agentes que añaden incertidumbre a la hora de conocer el coste final de la obra; en un sistema industrializado, sin embargo, todos ellos recaen en la misma empresa, y en la misma persona, que coordina de manera integral todo el proceso”.
¿EN QUÉ SÍ SE PARECEN UNA CASA PREFABRICADA Y UNA ORDINARIA?
Pereira y Navarro coinciden: en que los acabados son exactamente iguales en ambas, hasta el punto de que, a simple vista, nunca podrías notar la diferencia. “Hacer una casa con muros de hormigón prefabricados es una manera más eficiente que construirla ladrillo a ladrillo, es una forma más moderna. Por suerte, estamos avanzando en un sector que se estaba quedando obsoleto; todo avanzaba menos la construcción, ¿y por qúe no, si en Europa es lo más normal del mundo? La verdad es que esto ha cambiado y nuestros clientes cada vez están mejor informados. Antes, se pensaba que tener una casa prefabricada era tener una casa de mala calidad, porque lo comparaban con hacer naves industriales , y eso, afortunadamente, está en el lado opuesto de lo que hacemos nosotros”, reflexiona.
¿QUÉ VENTAJAS TIENE UNA CASA PREFABRICADA FRENTE A UNA CASA ORDINARIA?
Además de la diferencia de precios y de plazos, en Modular Home destacan la estabilidad de sus construcciones. “El hecho de que nuestro sistema constructivo esté constituido a base de paneles de hormigón macizos en la vivienda la hace muy estable; tiene mucho peso y no existen movimientos diferenciales, evitando las tipicas grietas que podrían existir en una construcción tradicional”.
Sucede lo mismo en inHAUS: “Nuestras viviendas tienen una estructura que combina acero y hormigón de alta resistencia que hemos llamado EMOHA. Este sistema nos permite tener una resistencia superior a cualquier requerimiento frente a sismo o cualquier otro que establezca el Código Técnico” Asimismo, el tipo de construcción de Modular Homes promueve que no existan columnas en la vivienda, lo que resulta en una ventaja espacial, y todos los materiales son ignífugos. Sus casas, además, puede ser controladas domóticamente.
INTERIOR DE UNA DE LAS CASAS DE INHAUS
¿Y QUÉ DESVENTAJAS?
“Con respecto a construcción tradicional no existen desventajas importantes, aunque sí que es cierto que no se pueden hacer, o que nos complicarían en exceso, las arquitecturas con arcos o muy gaudianas”, cuenta Pereira.
En el caso de Navarro, destaca un único requisito: “Debemos considerar la viabilidad del acceso a la parcela tanto del transporte especial como de la grúa que implantará la vivienda, siendo su único requisito que tenga una vía de doble sentido para que el acceso sea viable con total seguridad”.
Por último, destaca un aspecto que, pese a ser propiciador de muchas de las ventajas de este tipo de casas, puede ser también una desventaja para algunos: “Hay que definir todos los aspectos de la vivienda con mucha anterioridad, para que luego en la fabricación de la misma no haya imprevistos”.