2015 —
Los primeros pasos en la consolidación del Sistema EMOHA.
“El primer módulo que creamos con este sistema fue una prueba de resistencia. Lo fabricamos en una nave con solo dos operarios a mi cargo. Estuvimos semanas probando diferentes formas de optimizar los procesos de fabricación.”
Los primeros pasos en la consolidación del Sistema EMOHA.
En 2015, nuestro trabajo en el campo de la construcción modular comenzó a tomar una dirección más clara, aunque aún estábamos lejos de la perfección que queríamos alcanzar. Antes de Bocairent, ya habíamos trabajado en diversas viviendas con sistemas modulares, pero aún quedaban muchas cosas por mejorar. Estuve involucrado en la fabricación e implantación de cada una de ellas, y lo que más me impactó fue la cantidad de errores y oportunidades de mejora que observé. Sin embargo, también me llevé lo mejor de lo que aprendí.
Uno de los contactos clave de aquel año fue Amador, el encargado de grúas en Dotahur, que tiene más de 30 años de experiencia en el sector. Lo conocí en La Eliana y pasé horas hablando con él sobre las implantaciones. Su experiencia fue fundamental, y desde entonces fue un referente para nosotros.
En Bocairent comenzamos a trabajar en proyectos completamente modulares. Uno de los primeros trabajos fueron unas gasolineras, en las que fabricamos los módulos de oficina, baños y cajeros. Usamos módulos metálicos ligeros con paneles sándwich en fachadas y cubiertas. Estas gasolineras nos permitieron analizar estructuralmente los conocimientos adquiridos con nuestros colaboradores y ponerlos a prueba en la práctica. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que necesitábamos reforzar la estructura.
Fue en ese momento cuando mi hermano insistió en que debíamos dar más robustez a la estructura ligera que estábamos utilizando, añadiendo el componente hormigón. Cuando decidí que era el momento de investigar más en profundidad los materiales conocí a Hugo, quien trabajaba con un tipo de hormigón ultra alta resistencia. Un material que solo había leído en libros hasta entonces, pero que, tras visitarlo y ver su aplicación en la pasarela sobre la autopista de Barcelona, supe que era capaz de implementarlo en una vivienda y que, además, estaba contemplado en la normativa, así que decidí seguir adelante con la idea.
Ese mismo año, también tuve la oportunidad de trabajar en una vivienda convencional con Juan, nuestro transportista. Él me ayudó a entender los límites y capacidades de los vehículos especializados en transporte, los requisitos normativos en España, y cómo gestionar piezas grandes de hasta 40 toneladas o 20 metros de largo. Este conocimiento fue clave para que pudiéramos mover los módulos de forma eficiente y segura, sin problemas.
Poco después, nos encargaron unas oficinas modulares. Aunque el proyecto parecía sencillo, nos permitió jugar con la idea de utilizar un módulo más grande y con más especificaciones. Fue el momento perfecto para poner en práctica todo lo que había aprendido de Ignacio y Hugo, ambos ingenieros de caminos con muchas ganas de avanzar con sistemas estructurales mixtos acero y hormigón, y empezar a desarrollar lo que más tarde sería el sistema EMOHA.
El primer módulo que creamos con este sistema fue una prueba de resistencia. Lo fabricamos en una nave con solo dos operarios a mi cargo. Estuvimos semanas probando diferentes formas de optimizar los procesos de fabricación. Realizamos pruebas y, al final, encontramos la forma más eficiente de producirlo. Lo colocamos en su destino un 28 de diciembre, y en la primera semana del año ya estaba terminado. Realizamos varias pruebas para comprobar su comportamiento estructural y térmico, y los resultados fueron aún mejores de lo que los cálculos iniciales nos habían dado. La estructura se comportó de manera excelente y técnicamente increíble.
Este módulo, que sigue funcionando perfectamente, ha pasado por diversas reformas y cambios realizados por los propios clientes. No ha tenido problemas constructivos, solo desgaste en algunos aparatos de ventilación y las carpinterías, que han sido reemplazadas debido al uso intensivo. Esta experiencia, aunque fue un reto, nos dio la base sobre la que construir el futuro de Casas inHAUS y consolidar el sistema EMOHA como uno de nuestros principales avances.
Este fue el año en que empezamos a dar forma a lo que hoy es nuestra identidad, y aunque parecía solo un pequeño paso, sentó las bases de la empresa que hoy conocemos.