2017 —
El año del impulso.
“Uno de los hitos más importantes del año fue el lanzamiento de nuestro primer gran catálogo de casas. Supuso un antes y un después. Unificamos por primera vez todos nuestros modelos bajo el sistema constructivo EMOHA, y ofrecimos una selección de más de 70 casas distintas, ordenadas por distribución, tamaño o estilo.“
El año del impulso
2017 fue el año en que empezamos a ver, por fin, balances de resultados con volumen: varias viviendas en producción al mismo tiempo y muchas conclusiones encima de la mesa. La más clara de todas: si queríamos seguir creciendo, había que escalar. Era imprescindible aumentar la capacidad de la empresa. Más personas, más estructura y más producción.
Mientras tanto, la calidad de nuestras viviendas seguía subiendo, y nuestros clientes lo notaban. Tanto, que nos pedían más. Más diseño, materiales más nobles, instalaciones más complejas… Cada casa era un nuevo reto: por su estructura, por las exigencias técnicas, por los proveedores o por la innovación de los materiales. Y nosotros, como siempre, con la energía al máximo para resolver y seguir aprendiendo.
Uno de los hitos más importantes del año fue el lanzamiento de nuestro primer gran catálogo de casas. Supuso un antes y un después. Unificamos por primera vez todos nuestros modelos bajo el sistema constructivo EMOHA, y ofrecimos una selección de más de 70 casas distintas, ordenadas por distribución, tamaño o estilo. El catálogo incluía también una memoria de calidades estandarizada, con varios niveles y una amplia selección de materiales, algo pionero en el sector. Pero, además, presentamos por primera vez una serie de casos de éxito con viviendas ya construidas, que ayudaban a visualizar el resultado final con ejemplos reales. Fue una herramienta muy potente para explicar lo que hacíamos y, sobre todo, para mostrarlo. Aquí, el do de pecho lo puso Alfonso, arquitecto italiano que nos acompaña desde el inicio y que ya entonces se había convertido en el guardián de la calidad arquitectónica de inHAUS. El curro fue brutal: lideró el desarrollo del catálogo junto a parte del equipo, y muchas de las viviendas que aparecían llevaban su sello.
En paralelo, el departamento comercial crecía sin parar. Mi hermano lideraba esa parte con una capacidad increíble, y las ventas se multiplicaban. Muchas de ellas eran viviendas de entre cinco y seis módulos, el tipo de producto que dominábamos a la perfección en esa etapa. Para poder dar respuesta a todo ese movimiento, fuimos ampliando equipo y profesionalizando cada vez más el engranaje interno: atención al cliente, diseño, oficina técnica, compras… Cada nueva incorporación ayudaba a consolidar el modelo de empresa que estábamos construyendo.
Y 2017 acabó con una alegría enorme para todos: Rubén fue galardonado como Joven Empresario del Año en los premios AJEV, en una gala que tuvo lugar en el Museo Reina Sofía de Valencia. Fue un reconocimiento no solo a su trabajo incansable, sino también a todo el proyecto de inHAUS y al equipo que lo hacía posible. Una muestra de que, aunque aún quedaba mucho por recorrer, íbamos por el camino correcto.
Y entonces llegó el reconocimiento: empezaron a llover premios, uno detrás de otro. Fue una auténtica locura. Pero de eso… mejor que os lo cuente mi hermano en la siguiente carta.